¿Stress?
Dentro de las inquietudes de la Institución orientadas al bienestar de nuestros asociados, fuera de lo estricto técnico de la profesión, nos hemos propuesto mejorar la calidad de vida.
Creemos importante empezar consultando a un profesional vinculado a la medicina, que a diario, y cada vez más, se encarga de aliviar nuestras contracturas musculares al final de una jornada de trabajo frente a un tablero, frente a la computadora o en la obra en construcción.
Es por ello que convocamos al Lic. Carlos Trossero (kinesiólogo) quién tiene desde hace largo tiempo un Convenio con honorarios diferenciados, para los ingenieros especialistas y sus grupos familiares. El lleva más de treinta años en su profesión.
El reportaje realizado es el siguiente:
APIE (A) : Ya nadie está a salvo de las contracturas musculares. ¿Cual es la razón del incremento de este moderno sufrimiento?
Lic.Trossero (T) : Sin ninguna duda
que es la mayor fuente de trabajo para los kinesiólogos
este flagelo que afecta a todo estamento socio cultural;
a cualquier grupo etario y a todas las categorías
de ingresos económicos. Hay que decir y aclarar
que en su gran mayoría, las causales de dolores
musculares y articulares no están en nuestro
cuerpo como una “enfermedad”,sino en la
múltiples exigencias de todo tipo que la sociedad
actual requiere ( aún desde la niñez ),
o que, aún sin darnos cuenta de ello, nos autoimponemos.
A : ¿Debemos tomar esta explicación como una directa referencia a la palabra “stress” , que todos tenemos a flor de labio cuando sentimos algún malestar o dolor?
T : Exactamente y cuando así
nos expresamos, aún en los medios profesionales
de la medicina, ya estamos cometiendo el primer error.
Un grave error de interpretación sobre la realidad
del problema. Pues es un problema grave que caemos todos
los que debemos hacer algo para enfrentarlo, combatirlo,
o bien, en el último de los casos disminuir sus
consecuencias.
El error al que me refiero es el considerar al “stress”
como una enfermedad de la cual nadie se puede salvar.
Utilizamos esa extranjerizante y universalizada expresión
sin darnos cuenta de lo importante que es su traducción
al español.
Si en lugar de “stress” o “burn out”
( su estado superlativo), utilizáramos su equivalente
en español, ya tendríamos el primer “round”
de esta desigual batalla contra el dolor y la incomodidad,
prácticamente ganada.
Stress = Cansancio Burn out = quemado, chamuscado, terminado
A partir de allí podremos buscar, en nuestra
agenda, en nuestro puesto de trabajo, en nuestra casa
y/o en nuestros objetivos de vida, las causales del
“stress”, no en el cuerpo.
De manera que llegaremos a la virtual conclusión
que en la mayoría de las situaciones como las
que nos ocupan, nuestro cuerpo es más una víctima
que el victimario de esos estados.
Si el problema es el cansancio……la solución es el descanso.
El descanso es una necesidad fisiológica, similar
a orinar, comer, tomar agua, etc. Que cuando no la satisfacemos
en tiempo y forma y en cantidad y calidad adecuada,
nuestro cuerpo y/o nuestra psiquis, o ambos a la vez,
nos lo reclaman en forma de dolor, angustia, malestares
múltiples, etc.
Eso es el “stress”, un cansancio al que
no enfrentamos naturalmente.
Consideramos que el descanso es algo “inaceptable”
para nuestra sociedad, por lo que nos estamos agrediendo
sin solución de continuidad.
A : ¿Que propone Ud. a partir de estos conceptos como solución a tan grave problema?
T : Que en lugar de buscar en los analgésicos, miorrelajantes, psicotrópicos y cuanta acción nos propongan en internet, en consultorios médicos, en grupos de ayuda o lo que fuera como solución para nuestros dolores, analicemos, como expresé antes, nuestra agenda o nuestras apetencias personales, las razones por las que sentimos nuestro cuerpo tan maltratado e insuficientemente descansado.
A : ¿Que puede ayudar la kinesiología en el problema planteado?
T : Los kinesiólogos, por nuestra
formación kinefiláctica y terapéutica,
en base al uso del cuerpo (en movimiento y en reposo),
somos los más capacitados para descubrir, en
primera instancia, si hay razones estructurales ( malformaciones
vertebrales, pies planos, acortamiento de miembros,
etc.) para corregirlas médicamente o kinésicamente
o si hay razones funcionales (escoliósis, inestabilidad
ligamentaria, malos hábitos posturales, etc.),
para ser tratadas urgentemente.
A partir de esos exámenes funcionales (no se
asombre Ud. si concurre con dolor de cuello y el profesional
lo hace desvestir y le examina pies y columna), de manera
que se podrá planificar un tratamiento que debe
ser siempre integral y con evaluación de los
períodos de posiciones de trabajo y descanso,
posturas laborales y el uso del cuerpo en cada momento
del día (ergonomía), administrar la cantidad
y calidad de los ejercicios a realizar y explicar a
cada paciente que el objetivo del tratamiento no es
solamente el alivio y desaparición del dolor,
sino de eliminar las causas funcionales y estructurales
que provocan su sufrimiento.
Se deberá concurrir oportunamente al profesional
médico que corresponda para utilizar los medios
diagnósticos y medicamentosos óptimos.
A : ¿Este es un nuevo concepto sobre el “stress” ?
T : No, para nada. El concepto no
es nuevo, solamente que las publicidades de medicamentos
(muchos de uso común y sin receta), la utilización
equívoca y universalizada de masajes para aliviar
los síntomas y no las causas, han modificado
el enfoque social del “stress” y las famosas
contracturas a las cuales se les da identidad de enfermedad,
cuando solo son la consecuencia de mayores exigencias
en las escuelas, trabajos, deportes y actividades sociales,
que en lugar de mejorar calidad de vida,
nos la están complicando.
En conclusión: No deje que una simple aplicación de calor, masajes o un analgésico automedicado le haga disminuir sus molestias por unas horas y le haga perder la oportunidad de un tratamiento integral con mayor futuro y mejor pronóstico para su calidad de vida.
Lic. Carlos Trossero