Estados Unidos, China y otro gigantes como India, Brasil y otros cerraron un acuerdo que deja mucho de desear.
El mencionado acuerdo, no vinculante, no alcanza las expectativas generadas en torno a la mayor reunión sobre cambio climático global.
15.000 participantes se registraron para participar en la Convención Marco de la ONU sobre el Cambio Climático (CMNUCC) que tuvo lugar del 7 a 18 de Diciembre en Dinamarca.
98 jefes de Estado y Gobierno habían con firmado su presencia, para negociar un acuerdo sobre la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, que sustituya al Protocolo de Kyoto que se acordó en 1997 y que expira en 2012.
En su fase final y decisiva para abordar resultados tangibles, encabezó la Cumbre el Secretario General de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, el Director General de la ONUDI, dedicada a la ayuda industrial a países en desarrollo, Cande Yunkella y altos cargos de la FAO.
Las principales ONG, relacionadas con el ambiente prepararon un gran despliegue en Copenhague, como Greenpeace.
Se acreditaron entre 2500 periodistas y se espera que participen unas 3000 reporteros, dentro del recinto de conferencias Bella de Copenhague.
Aspectos críticos
El Acuerdo no fija objetivos de reducción de gases. Si mantiene la “exigencia” de que la temperatura no suba más de dos grados centígrados, pero solo dice que las emisiones deben tocar lo antes posible ese escalón, pero no fija objetivos para el año 2050.
Establece un total de 10.000 millones de dólares entre 2010 y 2012, para que los países más vulnerables enfrenten los efectos del cambio climático y 100.000 millones anuales a partir de 2020.
Néstor Núñez expresa: “Hay dos grandes lecciones que resultan de los agrios debates en la recién finalizada Cumbre de la Tierra de Copenhague: los poderosos se han tomado en serio la idea de que pueden disponer del Planeta. Mientras los empobrecidos han cobrado conciencia de su fuerza, se niegan a morir y aprenden a dar batallas victoriosas”……”El empeño de los ricos de sacar a la luz una declaración final, inconsulta, incompleta y falaz y sus piruetas a puertas cerradas y por debajo de la mesa, junto a las presiones diplomáticas y la represión a quienes en las calles de Copenhague reclamaban salvar el clima, deja una lección insoslayable de imposición violenta, manipulación y desprecio por el resto del orbe”….. “El planeta como ya se ha dicho, se niega a ser manejado por ambiciosos que no acatan la razón y la lógica y que parecen obcecados por la peregrina concepción de que para ellos no habrá tempestades destructivas, sequías interminables, lluvias desvastadoras y mares invasores.
Mientras y resulta importante y esperanzador, del otro lado, una humanidad golpeada y rebelde que supo imponerse en Copenhague. La resistencia tercermundista resultó ejemplar y recia, y la titulada declaración final una verdadera sarta de vocablos sin sentido y propósitos prácticos y verdaderamente eficaces, quedó en el gavetero de la historia como el gigantesco y despreciado fraude que siempre fue su propia oscura concepción. Si bien Copenhague concluyó entre ríspidas desavenencias y la persistencia de los graves peligros que viven en el planeta y nuestra especie en materia medioambiental, al menos los campos quedaron definitivamente deslindados para otras inminentes y recias batallas sobre un tema de tanta urgencia y prioridad universal”.
De la Dirección:
En “APIE informa” de Diciembre de 2009, nos referíamos a esta temática, pero los objetivos que analizamos en esa oportunidad no se cumplieron en su totalidad.
Decíamos: “Los países desarrollados no solamente deben comprometerse a conceder contribuciones financieras adicionales además de la ayuda oficial al desarrollo (AOD) existente, sino también comprometerse a efectuar reducciones de emisiones claras, ambiciosas y vinculantes, basadas en criterios justos. En Copenhague, se espera conseguir que los países desarrollados establezcan una reducción de las emisiones del 40 % hasta el año 2020, y que concedan 150 000 millones de euros al año para las medidas que deben tomar los países en desarrollo”.
Ing. Luis Chernicoff
Luis_ch14@ciec.com.ar
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