Lionel Messi intentó alzar su quinto Balón de Oro, premio que entrega la FIFA al mejor futbolista de 2013, aunque en esta edición, a la que llega tras lograr los últimos cuatro trofeos, sus competidores, el portugués Cristiano Ronaldo y el francés Franck Ribéry, buscaron cortar la hegemonía. La gala, tal como se llama a la ceremonia, se llevó a cabo en el Palacio de Congresos de Zurich, Suiza, con televisación en directo por la cadena Fox Sports.
El rosarino, de 26 años, ganador del Balón de Oro en 2009, 2010, 2011 y 2012, intentó seguir rompiendo marcas, ya que es el único futbolista que fue elegido por los votantes (directores técnicos, capitanes y periodistas de los países afiliados a FIFA) cuatro veces (superó al francés Michel Platini con tres) y, además, de manera consecutiva. Sin embargo, el 2013 del crack de Barcelona de España, interrumpido por lesiones musculares que le impidieron alcanzar sus estadísticas habituales para el mundo del fútbol, puso en duda la posibilidad de que retenga la corona. No obstante, los números (45 goles en 46 partidos), los títulos (Liga y Supercopa de España) y sus actuaciones estelares que depositaron al seleccionado argentino en el próximo Mundial de Brasil como líder de las Eliminatorias Sudamericanas lo mantienen en lo más alto del fútbol mundial.
En esta oportunidad, tal como sucedió en cuatro de las últimas cinco, el capitán del seleccionado argentino competió con el delantero portugués de Real Madrid de España, Cristiano Ronaldo, quien lo superò en la terna de 2012. Con el conjunto madrileño no logró títulos y con el combinado nacional sacó el pasaje a la cita mundialista en el repechaje (le ganó a la Suecia de Zlatan Ibrahimovic), pero pudo lograr el premio al tener en cuenta el plano individual, ya que “CR7” se destacó marcando 67 goles en 56 cotejos.
En concreto, Ronaldo se llevó el Balón de Oro.
El portugués estaba convencido de que era el año que podría derrotar por segunda vez a Messi y un dato relevante es que, tras no acudir a la gala de 2012, esta vez estuvo acompañado por toda su familia.
El debutante en el trío de candidatos fuè el mediocampista ofensivo Franck Ribéry, de 30 años, quien se erigió con el respaldo de los títulos colectivos con Bayern Munich de Alemania (Bundesliga, Copa de Alemania, Liga de Campeones de Europa, Supercopa de Europa y Mundial de Clubes) más que por sus números personales, aunque su rol en el equipo fuera superlativo.
El camino hasta la ceremonia tuvo hechos polémicos como las burlas del presidente de FIFA, el suizo Joseph Blatter, hacia Cristiano Ronaldo y el posterior pedido de disculpas y la prorrogación del plazo para votar debido “al número insuficiente de sufragios recibidos”.
La Dirección
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