
Aquarius
Construido por la CONAE e INVAP
se puso en órbita desde Estados Unidos.
Verdadero observatorio espacial.
Es una iniciativa estratégica del Plan Espacial Nacional 2004-2015
Hace aproximadamente una década, la Agencia Espacial de EE.UU.(NASA) seleccionó a la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) como proveedor de la plataforma satelital que habría de albergar al instrumento Aquarius, fabricado por la NASA con una inversión cercana a los 287 millones de dólares. Una vez seleccionada, la Conae eligió como contratista principal para el diseño y construcción de la plataforma satelital SAC-D a la prestigiosa empresa de alta tecnología radicada en Bariloche, INVAP.
Porqué “Aquarius”? dado que el principal instrumento que contiene está dedicado al acuario más grande de todos: los océanos. En rigor, “el Aquarius es uno de los ocho instrumentos que componen el observatorio espacial –precisó la Dra.Sandra Torrusio, investigadora principal de la misión SAC-D Aquarius–: sirve para estimar la salinidad en los océanos. Este dato es importante para trazar modelos climáticos: hasta ahora la salinidad se había medido sólo desde boyas o embarcaciones. Es un dato importante porque el agua más salada es densa y tiende a hundirse, mientras que la menos salada queda en la superficie: esto altera las corrientes marinas, que a su vez afectan la atmósfera”. El Aquarius medirá la sal aprovechando que la superficie del mar emite radiación de microondas y que éstas varían según el grado de salinidad.
La Argentina fue mucho más allá que la simple construcción de la plataforma. La Conae abrió el juego al Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología, asignándole la fabricación de 5 de los 8 instrumentos que van a bordo del satélite. El resultado, además del Aquarius , los instrumentos argentinos obtendrán mediciones de la humedad del suelo en grandes extensiones, suministrarán datos sobre la biomasa marina (de gran utilidad para las actividades económicas, como por ejemplo la pesca), y proveerán información para la efectiva alerta temprana en caso de inundaciones, incendios y erupciones volcánicas (prestaciones de suma importancia para el Sistema Federal de Emergencias).
La participación del Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología en la Misión SAC-D/Aquarius es la siguiente:
- Invap diseñó y construyó la plataforma satelital SAC-D; realiza además la integración La Conae diseña los requerimientos del sistema satelital SAC-D.
- (de los ocho instrumentos y de los paneles solares) y los ensayos finales.
La Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) aporta los paneles y celdas solares que proveerán de energía a todos los instrumentos que integran el Observatorio, diseñados, fabricados y ensayados por el Centro Atómico Constituyentes (CAC) de la CNEA, los cuales incluyen sensores solares gruesos de silicio. Las irradiaciones fueron realizadas con el acelerador de partículas lineal Tandar del CAC-CNEA. Cabe destacar que en el diseño, integración y ensayos de los paneles solares se emplearon procedimientos y herramientas desarrollados en la CNEA, y que las técnicas de integración fueron previamente calificadas mediante la realización de ensayos mecánicos y de termovacío sobre modelos de ingeniería y calificación también diseñados e integrados por la CNEA.
- La Conae aporta una cámara de alta sensibilidad (HSC) para observación nocturna y aplicaciones al estudio de auroras, intensidad de luces urbanas, tormentas eléctricas, vigilancia, detección de incendios y cobertura de nieve, entre otras importantes aplicaciones. La Dra. Torrusio agrega que se “monitoreará eventos de alta temperatura, como incendios y erupciones volcánicas: en un volcán que aparentemente haya cesado su erupción, permitirá saber si en realidad sigue en actividad, al medir la temperatura de las laderas. Si bien el satélite barre todo el globo, cuenta con espejos que permiten apuntarlo por más tiempo hacia incendios o erupciones que se produzcan en territorio argentino”.
- El Instituto Argentino de Radioastronomía (IAR) y la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de La Plata (FI-UNLP) aportan un radiómetro de microondas, para medir la velocidad superficial del viento, vapor de agua y contenido de agua en las nubes sobre los océanos, concentración de hielo marino con el fin de proveer parámetros geofísicos relevantes aplicados a pronósticos climáticos e hidrológicos orientados a estudios regionales, así como también contribuir a la determinación de la Salinidad Superficial de los Mares (SSM) obtenida por el instrumento Aquarius de la NASA.
- El Centro de Investigaciones Opticas del Conicet, el IAR y la FI-UNLP (con la colaboración de la Canadian Space Agency –CSA–) aportan una cámara de nueva tecnología de barrido en el infrarrojo, para determinar eventos de alta temperatura sobre el suelo (incendios y erupciones volcánicas), medir sus parámetros físicos (energía liberada, temperatura, ubicación de focos de calor) y medir la Temperatura Superficial del Mar (TSM) sobre la costa oriental de Sudamérica y otras áreas seleccionadas. También la TSM podrá emplearse para un ajuste más fino de la determinación de la SSM obtenida por el instrumento Aquarius.
- La FI-UNLP aporta un sistema de recolección de datos (DCS) meteorológicos y ambientales, un instrumento de demostración tecnológica (TDP) para determinación de órbita, posición y velocidades angulares del satélite (que será utilizado en futuras misiones de la Conae), compuesto por un receptor GPS. Cabe señalar que participa en el diseño del TDP el Instituto Universitario Aeronáutico de la Fuerza Aérea Argentina.
- Además de los organismos científicos mencionados, participaron la Universidad Tecnológica Nacional y empresas de base tecnológica como DTA, Consulfem y STI.
Los cinco instrumentos argentinos junto a otros dos (uno italiano y otro francés) conforman el denominado Observatorio Argentino (OA), parte integral de la misión SAC-D/Aquarius. A partir de esta iniciativa, el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva destinará una inversión de 1.300.000 dólares para financiar 15 proyectos de investigación que serán realizados en la Argentina con los datos provistos por el OA.
El SAC-D tardará poco más de una hora en dar la vuelta al mundo, en órbita polar: está sincronizado de tal modo que pasará dos veces por día por cada punto del planeta, siempre a las seis de la mañana y a las seis de la tarde hora local. Es resultado de la cooperación entre la Conae y la NASA, de Estados Unidos, con participación de las agencias espaciales de Italia, Canadá, Francia y Brasil. La operación y recepción de datos estarán totalmente a cargo de la Conae.
Con 1341 kilos de peso, siete metros de largo y 2,7 de diámetro, es el satélite más grande y complejo de los construidos hasta ahora en el marco del Plan Espacial Nacional. “El primer satélite de la serie SAC pesaba 200 kilos y el anterior al Aquarios pesaba 500: la diferencia importa si uno toma en cuenta que cada gramo en órbita debe ser justificado por su valor en tecnología y componentes: el peso es indicio de complejidad”, señaló Fernando Hisas, asesor en proyectos satelitales de la Conae. La revisión final se centró en la estación terrena de la Conae en Córdoba, desde donde se controlará el satélite. “Vinieron 40 técnicos de la NASA para participar en la evaluación y la puesta a punto”, contó Hisas. La responsabilidad en la operación involucrará a una nueva generación de profesionales de la Conae.
“La siguiente prioridad de la Conae es el proyecto SAOCOM: consiste en dos satélites, que se pondrán en órbita entre 2014 y 2015 y funcionarán asociados con un grupo de cuatro satélites italianos”, contó Hisas. Los satélites argentinos medirán con alta precisión la humedad del suelo: en vez de instrumental óptico, estos observatorios utilizarán radares, “lo cual les permitirá operar aunque el cielo esté cubierto de nubes”, destacó Hisas. Las mediciones de los Saocon “contribuirán mucho a la productividad agropecuaria, al ayudar a definir, en función de la humedad del suelo, los momentos de siembra o de fertilización. Pero, además, generarán mapas de riesgo de inundación o de incendios: un suelo todavía no inundado pero saturado de humedad, más un anuncio de lluvia, abre un pronóstico de inundación; un suelo extremadamente seco, sin anticipos de lluvia, abre pronóstico de incendio”, explicó el experto en proyectos satelitales.
Entretanto, diez años después de su lanzamiento, todavía sigue en actividad el SAC-C, cuya vida útil prevista no superaba los cinco años: “Sigue haciendo teleobservaciones vinculadas con la productividad agropecuaria, de utilidad para el INTA y empresas”, finalizó el Ing. Hisas.
El SAC-D Aquarius fué lanzado desde la base Vandenberg, en California.
Federico Bernal y Ricardo De Dicco
Directores del Centro Latinoamericano de
Investigaciones Científicas y Técnicas (CLICeT).
(1)Nota: Lo informado es una nota efectuada por los Directores del CLICyT, y completada por otra de Pedro Lipcovich.
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